top of page

Felicidad

  • Foto del escritor: Lucas Ariza
    Lucas Ariza
  • 13 dic 2014
  • 2 Min. de lectura

Además del título de varias canciones, es el título de la noche de ayer, doce de diciembre de dos mil catorce. Y aunque siempre es fruto de muchas circunstancias, hay alguna que pesa más que otra. La de ayer se llama Tomás Moreno. Se llama Tomasito.

Y es que Tomasito en el escenario es otra cosa. Deja de ser lo que es y se transforma. Deja de ser alguien y se transforma en circunstancia. En eventualidad, en acontecimiento. Cuando Tomás está ahí parado no sé sabe que va a ocurrir. Lo que sí se sabe es que serás feliz por un buen rato.

Tomás se transforma y deja de ser música para hacerse muchas otras cosas. Ayer, por ejemplo, teniéndolo en frente, no podía dejar de pensar en otro Mago. Uno que también era música, una música redonda, con compás, gitana, una música rancia. Un artesano que también dejaba los corazones botando, locos de alegría amarilla. Tomás ayer fue Jorge Alberto. Y corrió por la banda como si no se moviera. Y remató con la energía esa que se condensa quizás toda una vida para sólo un instante eterno. Ayer grité gol mientras cantaba. Y le dio de tacón.

Tomás ayer trajo al presente la memoria de muchos momentos míos y también del universo, tuvo tiempo para acordarse de personas y dioses que no estaban en cuerpo, seguro si de otra de las maneras posibles. Pero ojo, también trajo los sueños de todos los que allí estábamos, los puso sobre las tablas, suave, y les gritó mirándolos a los ojos, bailó con ellos y se los metió en el bolsillo, junto con todos los que con él saltábamos, con las manos en el aire. Flotando.

Tomasito, una circunstancia bendita que baña de alegría a quien tiene la suerte de cruzarse con él. Rebosa de energía. Energía verdadera, de la buena, de esa que sólo entregan y regalan los que saben que la vida ni empieza ni termina, solo pasa.

Gracias.

Comments


© 2016 por Lucas Ariza P. Creado con Wix.com 

Carrera 7 # 81-26, Apto. 407. Rosales, Bogotá.

bottom of page